Nayar Crespo Sánchez

miércoles, 22 de julio de 2015

Alicia

Alicia no necesita ninguna madriguera
para aparecer en el país de las maravillas.
Te sonríe y hace que el tuyo lo sea
y que, por un instante,
deje de ser cosa de locos.
Alicia se ríe de las liebres
y de sus estúpidas prisas.
Dice que los relojes,
por mucho que se empeñen,
no controlan el tiempo.
Que ella nunca le da cuerda al suyo
por jugar a detenerlo.
Alicia sonríe mas con la mirada que con la boca
para darle donde le duele
a algún estúpido gato.
Alicia se hizo republicana
Y dejó de confiar en cualquier color
de reina, de rey ,o de príncipe.

A mi Alicia le sobran cuentos que contar
aunque a ella no la haya escrito Carroll