Nayar Crespo Sánchez

martes, 28 de marzo de 2017

Después de tanto tiempo

Después de tanto tiempo sin ti
tengo demasiado que contarte.

Ayer me dijeron que he heredado tus migrañas,
otros suelen decir que he heredado tu mirada de diablo,
algunos juran que tu mala hostia.

(Siempre defendiste que,
cuando te marcharas,
sólo ibas a dejar lo malo
y te llevarías lo bueno)

Tengo que decirte
que sigo sin saber atarme bien los cordones,
y confundiendo el turquesa y el aguamarina.
Tengo que contarte que he besado a la chica que quería
y que en el camino he besado demasiados labios que no me pertenecían.

Sí, después de todo he perdido el miedo a hablar alto
y a ser yo.
Pero soy casi incapaz de fumar si no es acompañado.

Supongo que ahora 
la vida me duele a mí.

Tengo que decirte
-Sobre todo-
que me sigue jodiendo el no saber nunca
si estarías orgulloso de mí,
si te gustaría que me dedicase a esto.
Si te parecería bien que ni Alberto ni yo
estemos dedicándonos a nada "decente".

Supongo que estarías tranquilo
con que sigamos los dos juntos, siempre,
al pie del cañón.


Tanto tiempo después,
como iba diciendo,

Sigues regalando ramos de rosas
de arena y de cal.